Pedagogía de los Valores
Hoy por hoy, escuchamos a muchas personas hablar sobre la crisis de los valores, los valores se están perdiendo, la juventud no es la misma de antes, fenómenos tales como: altos índices en el consumo de sustancias psicoactivas, embarazos no deseados, aumento significativo de la cifra de abortos, entre otras problemáticas de orden social y moral. Se percibe en el ambiente juvenil una tendencia al hedonismo y al materialismo, la sociedad esta cambiando y no precisamente en el sentido en que todos desearíamos.
¿Hasta cuando entenderán que el ser humano no fue hecho para ser prisionero del trabajo, de la moda, de la comodidad, de la superficialidad? Sino más bien todas estas cosas fueron hechas para que el hombre las usara de forma ordenada de acuerdo a su fin. ¿Cuál es el fin del hombre en este mundo? ¿Acumular bienes y riquezas o trascender en el servicio a los demás?
Nuestra sociedad necesita con urgencia cimentar valores humanos en la infancia y juventud, no obstante esta labor se convierte en un trabajo arduo cuando el educador, docente, tutor, padres de familia se ven enfrentados al hecho de que la sociedad en si, los medios de comunicación, fomentan en el adolescente comportamientos contrarios a los que se desean obtener.
Koichiro Matsuura, director general de la UNESCO se pregunta ¿A dónde van a parar los valores? La crisis de valores no consiste en una ausencia de éstos sino en una falta de orientación frente a cuál rumbo seguir en nuestra vida y qué valores usar para lograrlo, la crisis no es de los valores porque estos seguirán siendo los mismos con el transcurrir del tiempo, la crisis radica en el hecho de nuestra Incapacidad para inculcar los valores en nuestra juventud.
De lo anterior podemos deducir fácilmente que, la crisis no es de los valores, sino de la Pedagogía de los valores, en la continua y perpetua contradicción en la cual se ven envueltos nuestros jóvenes, que por una parte se les habla de valores, se les habla del respeto, del autoestima, del servicio, de la solidaridad, hacer el bien si esperar nada cambio , entre otras , pero las demandas de la sociedad, de sus padres y del entorno son en ocasiones diametralmente opuestas a los discursos que se da de boca en boca. La educación en valores ha perdido su rumbo, porque las realidades sociocultares son muy diferentes a lo que se ve y se practica en el mundo académico.
Resulta importante comprender que el aprendizaje de los valores no es un asunto netamente académico, es decir, los valores no se enseñan como las matemáticas, la biología o la trigonometría. Los Valores no se enseñan se inculcan y en muchos casos son una cuestión de ejemplo, no tienes que decirle a tu hijo “tienes que respetar” debes respetar a tu hijo y a tu prójimo para que tu hijo vea que tu eres respetuoso…. Y entonces… te imite y entonces… te admire... Y entonces te ame y quiera ser como tu…
Importante tomar en cuenta que, no se dan clases sobre valores, no se dictan charlas de valores, no se escribe un manual sobre como adquirir valores paso a paso. Los valores se construyen en la interacción con el otro, en el entorno académico, se convive con los valores en un aula de manera que exista un orden moral al interior de la misma.
La crisis de los valores no es la crisis de los demás, de los adolescente, del mundo circundante, del vecino o de tu amigo el de la tienda, la crisis de los valores es nuestra propia crisis, porque no podemos inculcar un valor que no vivimos, que no sentimos, que no creemos desde el fondo de nuestro ser.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
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