miércoles, 18 de febrero de 2009

EL ACLAMADO DETECTOR DE MENTIRAS

Hace muchos años, cuando apareció en el mundo el Detector de Mentiras, todos los abogados y los estudiosos de la conducta humana estaban fascinados. El aparato está basado en una serie de sensores que detectan las variaciones fisiológicas de sudoración, contracturas musculares, variaciones de pulso, temblores y movimientos oculares que se producen en un individuo cualquiera cuando miente.

En aquel entonces las experiencias con La Máquina de la Verdad, como se la llegó a llamar, proliferaban por doquier. Un día, a un abogado se le ocurrió una exploración muy particular. Trasladó la máquina al hospital psiquiátrico de la ciudad y sentó en él a un internado: J. C. Jones. El señor Jones era un psicótico y como parte de su delirio aseguraba que él era Napoleón Bonaparte. Quizás por haber sido estudiante de historia, conocía a la perfección la vida de Napoleón y enunciaba con exactitud y en primera persona pequeños detalles de la vida del Gran Corso, en secuencia lógica y coherente.

A este señor J. C. Jones se lo sentó en el detector de mentiras y luego de una rutina de calibración, se le preguntó.
- ¿Usted es Napoleón Bonaparte?
El paciente pensó un instante y después contestó.
- ¡No!, ¿cómo se le ocurre? Yo soy J. C. Jones.

¡Todos sonrieron, salvo el operador del detector que informó que el señor Jones MINTIÓ!

La máquina demostró que cuando el paciente dijo la verdad (que era Jones) estaba mintiendo (...¡él creía que era
Napoleón!)

1 comentarios:

  1. Aun hay muchas cosas que no podemos entender la mente, y a pesar que como psicologos conociendo a la persona podemos predecir lo que puede ocurrii o como actuara en x situacion, tmbien es cierto que la personalidad cambia constantemente y no podemos estar 100 por ciento seguros si la persona hara lo que creemos en base a lo que conocemos de su conducta.

    espero haberme explicado

    saludos muy buena pagina

    ResponderEliminar